lunes, 20 de abril de 2015

CHARLA CON MANOLILLO. "MANOLO, EL INGLÉS Y UN OBSTÁCULO INCOMPRENSIBLE" (6ª Y ÚLTIMA ENTREGA)

En la entrega de ayer dejábamos en el aire la respuesta a la pregunta de mi tío a Manolillo sobre el inglés. Manolo respondió acudiendo a por otro fichero en el que nos mostró unos espectaculares apuntes de inglés hechos a máquina. Su mujer nos relata como él estudiaba hasta las 4 de la mañana mientras preparaban una boda que se celebró el 3 de abril de hace 22 años. Eloy, asombrado, le pregunta por cómo lograba hacer esos apuntes a máquina con tanto esmero y le recuerda lo parecido de su letra con la de mi abuelo.

Mi mujer sale a escena y se cumple la curiosidad de que Marisa también es de San Bartolomé. Pronto vemos cómo ambas familias se conocen. Manolo nos deja una frase que heredó de una de sus profesoras. "Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio". Mi tío sonríe admirado y "envidioso" por no tener el don de la meticulosidad que sí posee Manolo.

Marisa nos habla de un genio de las matemáticas que no se paraba ante nadie y su voz es pura ternura. Su pasión por el Nazareno se aprecia en toda la casa y lo luce con orgullo.



Manolo es un valiente y llegó a escribir un bellísimo poema en 15 minutos superando y asombrando el reto que se le ponía por delante.  Tras leerlo, mi tío y yo tenemos ya la certeza de estar ante una persona de las que hay pocas. Un ejemplo.

Empieza a llegar la hora del adiós cuando Talavera ha empezado a ver un cielo negro de la noche y con lluvia. El tiempo pasa volando cuando se vive una experiencia así y cuesta despedirse. Rememoran de nuevo limonadas antiguas y Manolo nos habla de lo mucho que trató y quiso a la familia Plaza recordando que fue amiga de la madre de esta familia tan representativa de la cofradía. Vicente, Tere, Agustín, Dani... Son traídos a la memoria de Manolo siempre con cariño.
Tras hablar de sus medallas, que luce con orgullo, nos cuenta una anécdota dura y clara.

"A mí no me quisieron meter en la Hermandad. Como la cofradía era de Socorro pensaban que iba a arruinar a la cofradía y tuve que superar muchos rechazos para entrar en ella. Mi padre, finalmente, convenció al presidente de entonces y pude entrar pero costó". 

Manolo habla sin rencor y a mi tío y a mí nos cuesta imaginar rechazar a alguien en una cofradía y menos a un valiente como él pero aquí no estamos para juzgar y el corazón de Manolo tampoco tiene hueco para el rencor.

La conversación va llegando a su fin pasadas las 9 de la noche tras 3 horas que han pasado en un suspiro. Recuerdos de la mayoría de edad en la Hermandad, el cambio de las formas de confirmarse y su título de Campeón del catecismo son momentos en que hay cariño, complicidad y admiración entre Manolo y Eloy. Su mujer mira orgullosa. Una anécdota traviesa pone fin a un diálogo en el que dos amigos se han reencontrado y donde han pasado 50 años de Hermandad delante de mí.

"Me disloqué el brazo cuando tenía 4-5 años. Cómo no me paraba nada, al salir de las Benitas llenábamos la cuesta hasta las Carmelitas de arena y resbalábamos". Ambos se ríen con ganas y apreció en mi tío emoción en la mirada por un momento de los que uno guarda en su corazón para siempre. La despedida cuesta y llega tras hablar de dónde nación Manolo y de la vida actual de ambos.
Nos marchamos y veo como ambos se estrechan la mano dándose las gracias mutuas por un rato inolvidable y por una amistad de más de 40 años. Me despido de Manolo y de su mujer admirándole aún más todavía y feliz de lo que he vivido. Volveremos pronto.
Me recuerda que le gustaría ver a mi abuela, que sus puertas están abiertas para todos y que desea ver pronto a su amigo Leandro. Veo a mi tío encarar el ascensor feliz y sin ser quizás consciente de que han protagonizado un momento que quedará guardado en la memoria por muchos años. !!Gracias a ambos!!

2 comentarios:

  1. Maribel Agudo21 de abril de 2015, 3:50

    Soy Maribel, la hermana de Manolo. Desde que tengo uso de razón (y de eso "hace"), siempre recuerdo la Semana Santa ligada para mi casa a una Hermandad - la de Nazareno de Talavera - (mi querido pueblo) a la que con tanto orgullo y especial sentimiento pertenecía mi padre y pertenece mi hermano y han vivido siempre esos días con alegría y con la dedicación que han podido.
    Cada año, el ritual de sacar el traje del armario, plancharlo, vestir el capirucho, preparar la medalla, los cordones, la vela y dejarlo todo a punto impecable en un sillón de la casa , tal ceremonia, para el día de Viernes Santo.
    Desfilar y después contar como había ido la limonada, la procesión, el alumbrado, los pasos y esas flores con olor a primavera.
    Este año la vi junto a mi hermano, mi hija y Marisa y la disfrutamos mucho mucho.
    Y... hablando de él. Os aseguro que no es fácil encontrar, conocer y ser amigo de una persona tan EXTRAORDINARIA como Manolo.
    Le doy gracis al Cielo y a mis padres (padres coraje) por haberle dado la vida.
    Sabe como pocos, perdonar, dar amistad, cariño, alegría, optimismo y siempre esperanza; además de que es privilegiadamente inteligente.
    Nazareno es un trocito de él que todos vosotros - los hermanos nazarenos - lo habéis hecho posible.
    Gracias desde mi corazón y os felicito por VER lo que "muchos" desde su egoísmo no son capaces de ver jamás
    Un abrazo a todos

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  2. Muchas gracias Maribel por tu comentario. Es un honor conocer a Manolillo y tener la fortuna de que nos abriera su casa con tanta amabilidad. Es increíble escucharle hablar y ver su superación. Gracias por dejar este comentario que nos deja una visión más clara de lo maravillosos que sois.
    Un abrazo

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