jueves, 23 de abril de 2015
HOY CUMPLE AÑOS ANDRÉS
Era Viernes Santo. Papá había empezado la guardia a las 9 de la mañana y mamá había terminado la suya. Mamá se fue a su antigua casa y no se encontraba bien. Cuando comenzamos el rezo bajo las órdenes de Don Francisco mamá llegó al templo. A mí no me hizo que me dijera nada porque su cara evocaba la pesadilla que vivió el día en que tu primer hermano se fue al cielo. Rápidamente nos fuimos a urgencias y allí, rememorando el dolor, nos empezaron a concienciar de que tu hermanito también marchaba junto a Jesús Nazareno.
Ese día, con el alma partida, mamá me animó a que cargara y fui decidido a ofrecer mi sufrimiento por tus hermanos. No para que le tuviéramos en brazos y sí para que se cumpliera la voluntad de Dios y la aceptásemos. Llegué con mi túnica y me encontré el amor de nuestra gran familia.
Todos rápidamente fueron a mi encuentro y me consolaron antes de la procesión más dura de mi vida. Sé que todos rezaron con nosotros y eso, hijo mío, no se olvida. Sentir el calor, el cariño, el consuelo y el amor de nuestros hermanos me dejó claro que somos afortunados de ser parte de esta gran familia. Sé que a la abuela tampoco la dejaron sola y eso es algo que jamás olvidaré.
Aquel día horrendo lo pasamos juntos y esas mismas personas que no faltaron en los momentos malos fueron los que celebraron con papá y mamá la llegada al mundo de este pequeño angelito cabezón que eres tú. Quería que supieras que si hoy estás aquí es en gran parte a nuestra familia nazarena porque no dejaron que papá y mamá se hundieran y por sus oraciones que Nuestro Padre Jesús Nazareno escuchó.
Quiero que sepas hijo que si los ves ahora mirándote felices es porque nos quieren y porque estuvieron a nuestro lado en los malos momentos y ahora comparten nuestra alegría. Hijo, el día de mañana te pido que mires a todos nuestros hermanos y les agradezcas por tanto amor, por tanto cariño y por lo que hicieron por mamá y papá. Hijo, felicidades, no olvides que tienes una gran familia que te adora (la de sangre) pero que tienes una familia enorme de sangre morada que son grandes culpables de que hoy estés aquí con nosotros.
GRACIAS HERMANOS, NUNCA OLVIDAREMOS QUE FUISTEIS LUZ EN EL INFIERNO QUE PASAMOS.
P.D. La canción del vídeo es la que mamá y papá escuchábamos cuando soñábamos con tu llegada al mundo.
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