VICENTE, NUESTRO PADRE Y TUS HERMANOS SIEMPRE ESTÁN CONTIGO.

Vicente, hermano, amigo, hoy te escribo con palabras que salen del alma de la mano de Nuestro Padre Jesús Nazareno al que tantos años hemos compartido la fortuna del honor de llevarlo con nuestros compañeros en su bendición por nuestras calles.
Sé querido Vicente que este año el Señor te ha mandado una cruz de esas que sin Él sería imposible llevar, una cruz de las que laceran el alma, una cruz de las que solo el amor de Nuestro Padre nos da el aliento y el auxilio para llevarla.
Hermano, por mucho que te diga y escriba, nada podrá hacerte aliviar el dolor de un fallecimiento tan doloroso como el de tu hermano, lo sé. Solo te quiero decir que tus compañeros, tus hermanos, estamos contigo en estos momentos como lo hemos estado en cada momento bueno, en cada procesión, en cada toque, en cada mirada hacia atrás para preguntarnos sin hablar cómo íbamos.
Vicente, tus hermanos estamos a tu lado y rezando a Nuestro Padre cada día para mandarte fuerzas y amor para que luches a diario en memoria de tu hermano, para que pelees y para que te apoyes en tu maravillosa familia para tirar hacia adelante con el mismo coraje y tesón con el que has llevado a Nuestro Padre tantos años.
No olvides Vicente que Dios te ha mandado dos familias en esta vida. Una es la genética que sabemos que tan bien y con tanto amor te cuidan, y otra, la de nuestra querida Hermandad en la que sabes que tienes el apoyo, la oración y el cariño de tus hermanos que jamás se olvidan de alguien tan importante como tú.
Yo no puedo más que decirte que el beso que le he dado a tu madre hoy, te lo mando con todo el alma hacia El Escorial, en nombre de todos tus compañeros y hermanos que siguen acordándose de ti.

Uno no entiende nunca porque Nuestro Padre manda este sufrimiento y este dolor pero de algo estamos seguros, Él nunca nos deja y siempre está a nuestro lado. Tu Hermandad, tus hermanos, tus amigos, queremos mandarte todo nuestro apoyo y cariño para que esta cruz tenga una levantada de parte de los que tuvimos el honor de ser tus compañeros de cofradía y de los que seguimos teniendo el honor de tenerte como Hermano, como amigo.

Vicente, mucho ánimo. Todos estamos contigo y, sobre todo, Nuestro Padre, Nuestra Mujer Verónica y Nuestra Querida Esperanza a las que tu aliento y oración seguirá acompañando siempre y que te seguirán esperando porque, amigo Vicente, Ellos van con nosotros siempre y si Ellos nunca nos dejan, nuestra oración a Ellos tampoco..

!!!UN ABRAZO, VICENTE!!! TODOS TUS HERMANOS REZAMOS POR TU HERMANO, POR TU MADRE Y POR TI. !!FUERZA!!