domingo, 1 de febrero de 2015

LUIS CORROCHANO, UNA PERSONA QUE HACE GRANDE A UNA HERMANDAD


Luis Corrochano es una de las personas especiales que te puedes encontrar en tu vida. Una persona que hace que te sientas afortunado de contar con su amistad y afortunadísimo de contar con su cariño.
Luis es una persona que respira por la Hermandad y que la vive durante todo el año con el orgullo y pasión de quién defiende algo en lo que pone más que el alma. Si hay personas que tienen el don de hacer feliz a los demás Luis es una de ellas cuando con su bondad te cautiva.

Luis tiene siempre en la boca la palabra hermano, una palabra que no es vacía, ya que el se empeña en llenarla haciendo honor a los valores y sentimientos que respira una cofradía formada por Hermanos. No hay persona en la Hermandad que no reciba el cariño de Luis y no creo que exista una persona capaz de decir que no se siente afortunado de tenerlo como amigo.

La verdad es que yo recuerdo a Luis camino de Santiago junto a su hijo Santi y su hija Soraya camino a una procesión que ninguno olvidaríamos. Ese día el cielo no amenazaba la tormenta de tristeza con la que regaría Talavera unas horas después pero él y mi abuelo se miraron y no hizo falta más para saber que la cosa pintaba más que fea. Pocas horas después se cumplieron los tristes augurios. Cuando la pena nos embargaba no dudó en venir a consolarnos uno a uno con esos cariñosos abrazos que te llenan el alma de ternura y que hacen ver que quién te abraza es un hermano y de los especiales.

De Luis siempre guardaré el respeto y el cariño que ha tenido siempre hacia mi abuelo pero también guardaré el cariño con que recibió a Bea y la dio "la bendición" como una miembro más de nuestra familia y de nuestra Hermandad con ese citado abrazo que dan las personas especiales.
La carga del Nazareno siempre tiene un miembro en "la reserva" al que siempre le estaremos haciendo hueco pues los cargadores como él nunca se van ni se irán jamás. 

Es un orgullo tener a Luis como amigo y verle defender la hermandad con todas sus fuerzas sobre la convicción de estar peleando por algo tan grande que lleva en su ADN y que quiere transmitir a todos los que le rodean. 
Para Luis ningún Hermano es más que nadie y todos los pasos de nuestra hermandad son parte de su familia y de su vida bajo la premisa de que todos unidos haremos más grande a una cofradía que tiene el honor de honrar al hombre más grande que pisó el planeta como es Jesús.
He visto a Luis reír, llorar, sufrir por su Hermandad pero le he visto, sobre todo, contagiarnos de bondad y de cariño a todos sin distinción con su alma. 

Luis ya está jubilado y, tras años de sufrir el duro desierto de irse por motivos de trabajo y no poder vivir su hermandad, se merece disfrutarla, vivirla y hacernos partícipes de cuánto y cómo se debe querer a los Hermanos.

Su bondad se ha heredado y su maravillosa familia respira el mismo amor que su patriarca te da en cada mirada. Por todo ello, todos tus hermanos nos sentimos orgullosos de que la Cofradía cuente con alguien tan especial como lo eres tú. 

Muchos años te tendremos, si Dios quiere, con nosotros y eso es un regalo del que tenemos que aprovechar para aprender y llenar de hermandad a nuestra cofradía.

Hermano, ya sabes cuánto y cómo te queremos tus compañeros cargadores miembros de una cuadrilla a la que tú sigues iluminando y que siempre llevará con orgullo el hecho de haber podido cargar contigo y aprender de ti.

Aunque ya te has ido a la "reserva" para nosotros eres una parte tan especial que siempre serás cargador. Un hermano al que todos buscamos al acabar la procesión para recibir un abrazo que nos llena y nos hace vivir más que nunca el orgullo de ser nazareno. 

Eres grande Luis. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario