Hola Hermano. Ya sé que no leerás este blog pero espero que el cariño que todos te tenemos te llegue a tu corazón nazareno. Cuando se habla de la Hermandad del Nazareno muchos tenemos un rinconcito que lleva tu nombre. Si pensamos en nuestra procesión más lejana en el tiemp apareces tú.
Si pensamos alguien a quién queremos como parte de nuestra Cofradía siempre apareces tú como alguien indispensable. Yo no concibo la Hermandad sin tu presencia, lo admito.
Persona cariñosa, amable, atenta y divertida que siempre tuviste un cariño especial por mi abuelo y a quién todos llevamos en el corazón. Cuando pienso en la procesión te veo a ti, con la cara destapada haciendo la procesión con una solemnidad ejemplar. Te recuerdo sonriendo siempre y dando cariño sin olvidar bromear cuando requería la ocasión. Yo siempre te he conocido como el electricista pero he tenido la fortuna de conocerte como Hermano.
Muchos llevamos dentro a personas que han construido la Hermandad con su trabajo y tú eres una de ellas con tu infinita bondad y con tu amor hacia ella. No creo que exista en el mundo alguien a quién tu nombre no le despierte ternura y que no asocie tu imagen a lo que es el Viernes Santo.
Los años van pasando y tu nombre no se nos va de la boca porque tu legado es eterno y tu ejemplo más aún. Nuestra Hermandad está cimentada en la labor de gente como tú por ella y en el ejemplo que nos das de como vivir la Cofradía y la vida con tu valentía.
MANOLILLO, HERMANO, SIEMPRE VAS CON NOSTROS.
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