miércoles, 20 de mayo de 2015
CHARLA CON SAGRARIO. UNA VIDA TEÑIDA DE MORADO (3ª Y ÚLTIMA ENTREGA)
En la entrega de ayer conocimos el nacimiento de su segunda hija en la madrugada del Viernes al Sábado Santo. Hoy iremos conociendo cómo ella se incorpora a la Hermandad.
Repasamos las comidas de Hermandad en la que había unión y buen humor como en el Homenaje al Señor Moisés. Un oscuro acontecimiento que yo conocí en la charla con Manolillo la viene a la memoria ante el asombro de Samuel.
"Jorge se subía dónde estaba el Nazareno y lo enganchaba con una cuerda para que lo bajaran con una garrucha. Un año un hermano, el abuelo de Paco, se asustó por miedo a que se cayera en tan difícil maniobra y todos pensamos que su posterior muerte se debió a ese sobresalto. Tras ello se creó un altarcito para que estuviera puesto y evitar más desgracias"
La verdad es que uno no se puede imaginar un momento tan duro. La conversación gira hacia la Comunión vestida de Nazareno de sus dos hijos.
"Eloy quería que sus hijos vistieran de Nazareno en la Comunión y encargamos las telas a un hombre que nos las trajo de Madrid. Después una modista creó el traje y mi cuñado Benito la corona de espinas". Samuel y yo nos miramos preguntándonos si hubiéramos sido capaces de vestir así en día tan señalado pero eso es algo que nadie podrá responder.
Nos cuenta cómo los Viernes Santos eran tradicionalmente regados con aroma de tortilla, pescado y potaje y con una visita a las huertas cercanas (Manterola y Ferrera) buscando flores para adornar el paso. Contenta, nos cuenta lo que su marido hubiera disfrutado al ver 4 generaciones en la cofradía. Llega la hora de comer y Andrés no entiende de calma. Mientras marcho a la cocina para calentar su almuerzo, Samuel me toma el relevo preguntando por otros momentos para recordar.
Repasamos la buena relación con la familia Plaza, las tiranteces bien resueltas con la Verónica de los miembros del Nazareno pero con buen humor y la amabilidad de Vitorio, la alegría que la supone el cariño que le muestran los cargadores cuando la ven, la felicidad que la supone ir a Santiago...
Mientras Andrés sacia su hambre peleando contra el sueño, Sagrario nos cuenta el origen de una imagen del Nazareno que nos marcó a todos los miembros de la familia.
"El Nazareno de tu abuelo se lo encargamos a Pepe de las Heras que lo pidió a Madrid. Lo bendijo el sacerdote del Pistón y nos dijo que tenía que ser allí porque si lo bendecía en la casilla no podría salir nunca de allí.".Ese Nazareno estuvo en un altarcito a la puerta del salón de la casilla hasta que mi abuelo falleció. Desde ese momento lo vela en su tumba.
Va llegando la hora de partir y nos despedimos rememorando las andas que se hicieron en la Campsa junto a Espejel, el amor por su cofradía de mi abuelo y la tradición de regalar la medalla de la Hermandad a cada uno de sus descendientes. Tras andar por el álbum familiar nos marchamos con el pequeño Andrés plácidamente dormido y con la satisfacción de haber buceado por la historia familiar y cofrade que marcó nuestra familia.
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