CHARLA CON EMILIANO: "LA HERMANDAD DEBE SER DE SOCORRO" (ÚLTIMA ENTREGA)

Emiliano sigue defendiendo la parte de Socorro de la Cofradía y me habla de los antiguos estatutos de la cofradía donde estaba la Verónica como talla y la sede se encontraba en los Trinitarios. Con orgullo y las cosas más que claras cuenta:

"Yo he sido secretario y tesorero. Me sigo sintiendo nazareno aunque ya me he borrado. El motivo es porque creo que han cambiado las bases de la Hermandad que se basaban en ser Hermandad de Socorro. Creo que ahora es más "pomposa" pero, para mí, es más importante que se ayudara a los hermanos que introducir más cosas. Creo que se debería ayudar a los hermanos de una u otra manera. No entiendo que se gaste dinero en lujos y no se ayude a hermanos que, a lo mejor, no tienen ni para comer. Sé que hay problemas con el paro y una ayuda sería lo más urgente. Tampoco entiendo que se haya perdido el hecho de visitar a los enfermos. Recuerdo que antes se nombraba gente para visitar y la directiva acudía un día a ver a los más graves".

Emiliano se sigue sintiendo Nazareno. En su voz y palabras observo una clara convicción de lo que debería ser la cofradía pero no hay asomo de rencor. Le gusta ver la cofradía y se alegra de ver a antiguos compañeros pero tiene claro que el Socorro es algo urgente.

Hablamos de una época en la que Nazareno y Verónica tenían un pique muy sano con la única idea de que su imagen fuera la que más luciera en cada Viernes Santo Me habla de lo mucho que tenían que trabajar las camareras limpiando antes de procesionar debido al polvo que acumulaba en su lugar de estancia.

Divertido, reconoce que no eran precisamente mucho de ir a misa salvo Carapeto y cree que este aspecto sí que ha mejorado. La parte final de nuestra charla versa en torno a las comidas que se celebraban y en las que se homenajeaba a alguno de los hermanos.

"Nos juntábamos para comer y homenajear cada año a un hermano que hubiera destacado. Recuerdo que se les entregaba una placa a ellos y un ramo de flores a su mujer en caso de tenerla. Una de las primeras o, quizás, la primera fue a Moisés tras entregar a tu abuelo el puesto de comisario de carga. También homenajeamos a Pepe de las Heras y eran momentos realmente emocionantes".

La hora de comer se acerca y Andrés ya la pide. Nos despedimos tras una hora de charla en la que ha compartido su visión de la Hermandad sobre la base del cariño. Tras dar una galleta de chocolate que cambia la cara de mi hijo, me despido de Pili y él me acompaña a la puerta ofreciéndose para ampliarla en el futuro. Pura amabilidad y cariño de un hombre que siempre, en sus propias palabras, procuró llevarse bien con todo el mundo.