Hoy cumple años nuestra hermana Teresa. Quizás no todos sepáis de quién os hablo aunque si os fijáis bien podréis sacar parecido con algún miembro de nuestra Hermandad. Teresa Plaza, ¿creo que ya sabéis bien de qué familia forma parte, verdad?, es un miembro de nuestra cofradía de los que han vivido la Semana Santa desde niña. El tiempo acerca y aleja a las personas pero el sentimiento jamás desaparece entre Nazareno e hijo como éste caso. Teresa sigue queriendo a su cofradía y en la actualidad vive con una de las personas que más representan la historia viva de una pasión morada, su madre.
El día que tuve la fortuna de ir a charlar con ella, gracias a la intermediación de José, me recibió con los brazos abiertos, con cariño, con esa sensación de un sentimiento común que parte de sus antepasados y los nuestros de la mano de una relación de amistad que se forjó en la sangre morada y que creció en el recuerdo de quién ahora nos espera en la Hermandad del cielo. Nunca la podré agradecer lo bien que me trató esa mañana en que mis pilas de "nazarenismo" se recargaron al rememorar un pasado feliz.
Hermana, que nuestros titulares te protejan y te cuiden.
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