Aunque la Hermandad celebrará la misa para los difuntos el próximo lunes día 9 hoy nos queremos acordar en el día de Todos los Santos de aquellos que se nos adelantaron en el camino y ya nos esperan en esas maravillosas cuadrillas del cielo.
Hoy nos acordamos de todos aquellos que construyeron este maravilloso sueño morado y que fueron los pacientes profesores de los que hoy tenemos la fortuna de disfrutar su legado. Tuvieron aciertos y errores pero siempre sobre la base de defender a su hermandad, nuestra hermandad. Todos tenemos un familiar o amigo en el cielo que desde allí nos "obliga" a cuidar lo que nos legaron defendiendo nuestra cofradía sobre la base del respeto y por encima de cualquier ego u orgullo personal. No debemos olvidar que nadie es insustituible y que lo único que debe primar es nuestra fe.
Debemos dejar tan alto el listón como nos lo cedieron para que los que nos siguen puedan seguir gritando con orgullo que son nazarenos. Es un día de recuerdo feliz, de añoranza y de vivencias dónde todos tenemos que pensar que nadie muere salvo que se le olvide. Todo esto sabiendo que tenemos un deber con ellos y que la única manera de cumplirlo es respetar y trabajar unidos a cada uno de los hermanos.
Hoy es un día en el que todos debemos mirar al cielo, pedir y dar gracias a aquellos que nos hicieron nazarenos y que nos alientan a seguir peleando por un sueño que ellos iniciaron y que tenemos el deber de cuidar sacándole brillo.
Hermanos del cielo, que nuestros titulares y vosotros sigáis dándonos fuerzas y fe para embellecer vuestro legado. Gracias por hacernos nazarenos.
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