martes, 24 de noviembre de 2015

CUANDO EL DOLOR SE CONVIERTE EN BLASFEMIA

Esta imagen está conformada por Sagradas Formas y ha sido creada por el artista Abel Azcona. Abel sufrió abusos cuando era pequeño y defiende que “Uno de cada cinco menores ha sufrido o sufre abusos sexuales, y casi el 90% de los casos están relacionados directamente con la Iglesia Católica o el Opus Dei”(Noticias de Navarra).

Pues bien, como protesta ha creado una exposición en la que luce orgulloso las 242 hostias Consagradas que robó escupiéndolas tras haberlas recibido durante celebraciones eucarísticas.

El Padre Santiago Arellano, de Pamplona, señaló en el programa el Dios de Cada Día de Radio María, la importancia de rezar por él animándole a que se arrepintiera de un delito que causa daño a los cristianos pero que, sobre todo, le destroza a él más en su dolor.

Creo sinceramente que la línea es la indicada por el padre Santiago Arellano pues es evidente el tamaño de un delito tan atroz que no tiene nada que ver con la libertad de expresión y que solo busca el aplauso fácil de la provocación. El dolor causado por los abusos jamás debe reconducirse hacia causar más dolor dejando claro que quién haya cometido un abuso debe pagarlo ocupe el cargo que ocupe.

Este no es el camino, pero tampoco el insulto hacia este señor que ha cometido un acto atroz a un Dios que, por la boca del padre Santiago Arellano, le invita a ser perdonado.

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