lunes, 22 de junio de 2015

CHARLA CON JESÚS INIESTO (1ª ENTREGA). "ANTES HABÍA MÁS RESPETO, SOBRE TODO A LOS MAYORES".




Una guardería atestada de gente provocó que la charla con nuestro hermano Jesús Iniesto se dilatará una semana en el tiempo. Quedamos en la plaza España, junto a Santa Lucía, en una mañana más de la primavera talaverana que empieza a enseñar el calor que llegará en verano. Jesús llega tranquilo y elegante y nos encaminamos a charlar a la sombra delante del asilo. Durante las casi dos horas de conversación fueron innumerables los saludos de una persona muy conocida y querida en nuestra ciudad que hoy protagoniza charlas con.

"Mi madre fue quién nos hizo hermanos. Éramos 4 hermanos y nos hizo a todos menos al pequeño: Juan José, Jesús y Pedro Iniesto. Ella no era de la Hermandad, no podía, pero era devota y alumbraba detrás en las procesiones. Yo empecé como honorario cuando tenía unos 13-14 años. Llevaba horquillas y le decía a mi madre "cómprame un capirucho" y ella siempre me decía que cuando fuera mayor. En esas procesiones que yo llevaba la horquilla iban 4 cargando y acababan pronto porque el recorrido no era muy largo".

"El traje y el capirucho me lo hizo mi madre poco antes de pasar a número (tenía 17 años). Primero se usaban velas blancas, después moradas y cirios. Recuerdo que detrás de las imágenes iba la gente agolpada alumbrando, ahora hay más orden en las procesiones". 

Los momentos de la limonada son una constante en el cariño y recuerdo de nuestros mayores. Hay que recordar que antes se producían menos encuentros y los nazarenos sólo se veían en la Junta y los Viernes Santo. Por todo ello, es fácil darse cuenta que esos momentos eran especiales para los hermanos amén de la cuna de la fraternidad de todos.

"Se hacían las limonadas en el Barrio de San Juan dónde vivía el Señor Martín. Como la procesión acaba pronto (sobre las 10) luego nos íbamos allí a tomarla de nuevo". 

Jésús utiliza una palabra a la que recurrirá constantemente durante nuestra conversación y que es la base de cómo él ve que debería ser la hermandad y que, todo el que le conoce lo sabe, es algo que guía su vida.

"En aquella época había más RESPETO, sobre todo respeto a los mayores. Estaban "los cuquillos", Acosta, Eloy, Mayoral... y lo que nos decían ellos hacíamos. Esto se ha perdido ya". 

"Yo a las Juntas no he podido ir mucho porque jugaba al fútbol pero sí que pude ver que había más respeto entonces que ahora. Ahora hay gente nueva que va que ni conoce ni tiene respeto a la Hermandad. Habría que usar los estatutos para poner más orden (si no se respetan las normas, se les echa y punto". 

La mañana va pasando tranquila y Jesús sigue repasando una época que añora y por la que siente especial cariño. Sus valores están presentes en todo momento y saca un carácter para defender algo que le importa que es la Hermandad.

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