Es un privilegio poder compartir momentos con las personas que han construido la historia de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Es una inmensa alegría pasar un rato junto a la gente que ha hecho que nuestra Hermandad siga viva y fuerte. Una de ellas ha sido muy especial debido a lo que costó encontrarla y la ayuda de varios hermanos para localizarla. Hoy charlamos con Dalia. En este primer día repasaremos su lado más familiar.
Llegamos a su domicilio en la Calle La Argentina mi tía Sagra y yo y allí nos recibe la nieta de Dalia con un precioso perro que complacido se presta a ser acariciado. Al entrar en la casa Dalia tal y cómo la recordaba nos mira feliz sentada junto a su hija Francisca. La anfitriona del evento, una amable hija suya llamada Dalia también, nos invita a sentarnos mientras nuestra protagonista se alegra de ver a mi tía, a la que recuerda pronto y ve guapísima.
Dalia se quedó viuda a los 32 años. En una España dura y machista se enfrentó al reto de criar a sus 4 hijas sin ayuda. En vez de acobardarse o lamentarse, tal y cómo nos cuenta su hija Dalia "sacó toda su raza y peleó por nosotras. Por las cosas de esa época tuvo que aguantar que dos de nosotras nos fuéramos a un orfanato a Toledo. Cuando mi hermana Francisca vino a Talavera yo me fui pero ella no perdió nunca el contacto con nosotras. Dejaban que nos visitara una vez al mes y parecíamos las ricas del orfanato de toda la comida que nos enviaba mi madre, aunque ella estuviera pasando privaciones. Se levantaba a las 4:30 de la mañana para ir al matadero para coger las piezas que vendía después en la casquería. Además se iba a limpiar a un banco e iba por los pueblos con sus cuchillos para coger los tripicallos de los astados. Recuerdo que incluso me ha contado que tuvo que enseñar los cuchillos para que nadie la quitara nada". Dalia mira complacida la descripción de su hija y sonríe, sin darse importancia.
Este relato nos da una idea clara de cómo esta gran mujer a la que todos los nazarenos recordamos con infinita alegría y emoción inseparable de su querida Mujer Verónica. Seguimos ahondando en la personalidad de Dalia. "·Yo he conducido hasta los 84 años. He tenido varios coches como el R6, una furgoneta (dónde alguna vez viajó la Verónica hasta La Colegial), un R7... además me daba tiempo a ir a pescar jajaja". Su hija nos apostilla, ante nuestro asombro, que se marchaba a coger cardillos, espárragos.... ella sola hsta los 84 años. Queda claro que estamos delante de una mujer especial que mira con una ternura infinita a su hija, siempre pendiente de ella.
El relato de una España dura nos sirve para darnos cuenta de la categoría de la mujer que tenemos delante. Un orgullo poder "viajar" en el tiempo y recrear una época de nuestra historia dónde las mujeres no lo tuvieron fáciles y mucho menos las viudas. Esa victoria ante una España machista es la carta de presentación de Dalia que, lógicamente, ya nos tiene entregados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario