Es una alegría ver como se está formando una "escolta nazarena" que marcha, de momento, en pañales, con chupete y con biberón. Este año, por razones lógicas de mi paternidad, quizás me haya fijado más, pero es evidente que se está creando una escolta nazarena con los hijos y nietos de varios hermanos de nuestra cofradía.
Un vivero de hermanos que garantiza que Nuestro Padre marchará bien protegido los próximos años al igual que la Santa Mujer Verónica y Nuestra Esperanza Nazarena. Es vida, no se puede definir de otra manera, ver esta guardería en los actos de nuestra cofradía con los reyes del chupete absorbiendo con ojos traviesos el sentimiento nazareno que ya ha empezado, sin que ellos sean conscientes, a correr por sus venas.
Es responsabilidad de los padres, los abuelos, los familiares y de todos los que ya formamos la Hermandad garantizar que tendrán la mejor Hermandad y que recibirán un legado con el mayor brillo y semejanza a las enseñanzas de Dios posible.
El pasado domingo pude ver a José Félix con su niña, a Roberto con el suyo, a Roberto Carlos con el pequeño Roberto, a Andrés ir a buscarme con su madre... Una guardería que crece y que está ampliada por la Hermandad mirando a cualquiera de sus pasos o a la Agrupación Musical. Así, podemos ver a María Colado pasear a su pequeño, a Sergio llevar orgulloso a su niño a prepararse para la imposición de medallas de hoy, al pequeño de los More en manos de su madre...
La alegría crece cuando ves a chicos algo más mayores como el pequeño "Vitín" mira las andas o al mayor de sus hijos empezar a recorrer el camino de su padre, la baba de Paco y Rubén con su pequeña, como Carlos le enseña el sentimiento Nazareno a su niña, a Juanma peleando con su hija para ver si quiere ser madrina, música, cargadora o todo a la vez, y tantos y tantos ejemplos que suponen una clara muestra de cómo la Hermandad está pasando de padres a hijos con la mayor naturalidad del mundo. José Ignacio observado por su hijo, Luis y Santi cuidando de Soraya en su faceta de futuros abuelo y tíos respectivamente y eso es algo que a uno le remueve de felicidad el alma.
No me puedo olvidar de otros "niños" más crecidos como Jacob y Samuel vigilados por su madre, al orgulloso Santi con su hijo llevando a la Verónica y el pequeño poniendo música a la Semana Santa, la mirada de felicidad de Eloy al ver a su vástago interpretando solos en la banda, a Chuchi y las tres generaciones ya de More, la baba de Nicasio cargando escoltado por su hijo, la ilusión de Luisa porque Sandra ya esté por Santiago, Óliver protegido desde el cielo por su padre, Colado supervisando a sus "niños", Leandro mirando a Josu, José Plaza llevando el paso que carga su hija...
Y, finalmente, Don Francisco que cuida a sus hijos que van desde los 0 a, cómo diría mi abuelo, los 1000 meses.
Nuestros pasos ya van "buscando" su relevo con una escolta de pañal y biberón que crece cimentada en la transmisión de todos a ellos del sentimiento nazareno. Debemos unirnos y dar ejemplo para que hereden la mejor Hermandad posible.
!!FELIZ DÍA DEL PADRE PARA TODOS!!
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