Tras la entrada de la Virgen de la Soledad y el Santo Sepulcro en Santa Catalina nos dirigimos al convento de las Madres Bernardas. Las gotas que acompañaron a ambos pasos presagiaban que el traslado a La Colegial de la Virgen de la Paz sería complicado. Pese a ello, a las 22:20h todo estaba preparado.
La Banda de Cornetas y Tambores "Jesús de la Salud" esperaba a nuestra Madre.
A las 22:30h la lluvia cogió fuerza y lo que nadie quería se confirmó. La procesión quedaba suspendida.
Rápidamente todo el cortejo que ya esperaba en la calle se refugió en las Madres Bernardas esperando a llevar a Nuestra Madre a La Colegial cuando el tiempo acompañe. Ojalá el Viernes Santo permita quitarse este mal sabor de boca.
Los paraguas, el mayor enemigo de todo amante de la Semana Santa. Veremos a ver qué pasa la semana que viene. Desde aquí mandar un abrazo a toda la familia Regante porque estas suspensiones son el mayor dolor de un cofrade.
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