Talavera ha celebrado hoy su fiesta de la que se siente más orgulloso, Las Mondas. Uno que es un "talaverano de adopción" (nací aquí pero los 26 años primeros de tu vida en Alcobendas marcan) va comprendiendo que esta ciudad tan dañada por el paro y por ineptos a sus mandos tiene momentos que la hacen sacar su orgullo. Para mí, sin duda, el más importante es el de Las Mondas.
El tan manido título de Comarca se hace real en una explosión de folclore que nos despierta envidia a los de la Semana Santa. Horas antes de que se inicie el interminable cortejo las calles ya están llenas por no hablar de las migas del día antes...
Hoy ha tocado una versión más íntima, de Fe, de balcón en este confinamiento eterno que tantas cosas nos está haciendo replantearnos.
Muchas veces he sentido rabia al ver el derrotismo de mis paisanos o la comparativa tristeza con la cercana Madrid. Ciudad abandonada y derrotada se hace fuerte en sus Mondas con el orgullo que nos falta para clamar contra tanto inútil que nos ha gobernado.
Espero que esta jornada tan reflexiva en pleno confinamiento nos haga salir más fuertes y duros para resucitar a una Talavera cuyo orgullo está ahí y que sólo necesita un capitán, te esperamos alcaldesa, que nos arree con la fuerza de un pueblo realmente oprimido que quiere salir y respirar.
De la pandemia no sé quiénes saldrán/saldremos pero sé que mis hijos deben encontrar una ciudad tan fuerte y unida como se muestra en sus Mondas y bajo el manto de la única talaverana que nos ha unido, la Virgen del Prado.
El tiempo dirá pero el yugo de tanta familia casposa, de tanto enano mental y corto de miras y de tanto derrotismo, se debe quedar atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario