Hay varios ejemplos de cómo el unirse a un nazareno/a supone una prueba de paciencia para un matrimonio. La pasión morada hace que cualquier segundo de nuestra vida tengamos en la mente aquello que tanta vida nos da.
Pues bien, hay una variedad de consorte que se gana el cielo cada día. Sin tener claro si sumarse a nuestra pasión logra enriquecerla con su ejemplo de respeto.
En silencio, con cariño cómplice, siempre tiene paciencia infinita cuando su pareja llega tarde, cuando sale temprano o cuando se le olvida el reloj cuando de sus hermanos se trata.
Cuando cualquier tema de conversación deriva en pasión nazarena, cuando los herederos son un altavoz mayor de lo que se siente en nuestra cofradía, cuando la vida gira alrededor de Santiago, esta variedad de pareja se gana un poquito el cielo.
Pues bien, hoy quiero felicitar a uno de los mayores exponentes de esta "variedad", a Martín. Con su ejemplar paciencia hace Hermandad a través del cariño, respeto y acompañamiento al "veneno" que tiene en casa de la mano de su mujer y sus hijos.
Divertido, dispuesto, amable, cariñoso y amigo de convertir cualquier momento de tu vida en una experiencia para siempre, hoy le felicitamos por hacer Hermandad desde su posición, y, personalmente, por tanto como nos da a los que les rodeamos.
Tío, hermano, que nuestros titulares te protejan y te guien dándote paciencia para aguantar la pasión morada que tanto vives en casa y dándote paciencia con esos dos guerreros que tanto te quieren y te hacen de rabiar.
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