La sangre de los Nazarenos tiene un color morado. Esto es un hecho que muchos no nos creen porque cuando nos sacan la sangre dicen verla roja, pero eso es que no miran con los verdaderos ojos que son los que se encuentran en el alma. Pues bien, esa sangre morada tiene tres partes, tantas como imágenes pueblan nuestra cofradía. A todos esa sangre nos llena de vida pero diferentes matices de corazón, familia y vida provocan que una de esas partes lata algo más fuerte que otra. A nuestro hermano Santi y a su familia la parte de su sangre morada que más fuerte les golpea es el de nuestra querida Santa Mujer Verónica. Toda una ida dedicada a esta Entrañable Mujer le hacen historia viva con su hermano de lo que significa para nuestra cofradía esta Santa Mujer. Ahora lleva el paso en calidad de capataz fomentando el buen rollo creando un ambiente familiar con sus cargadores y con todos los que formamos esta cofradía.
Ha legado su sangre morada a sus hijos quiénes lucen con orgullo lo que su padre les ha enseñado. Hermano, pieza clave de la historia de nuestra Hermandad ocupando diferentes puestos sobre la base de su sonrisa y el hermanamiento, que nuestros titulares te protejan y cuiden mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario