Hoy tenemos cumpleaños y las velas se soplarán entre el cielo y la tierra. Seguro que en un rinconcito de la cuadrilla del cielo hoy una persona se siente feliz. Feliz recordando todo lo que vivió al lado de su primera gran ilusión, su niño Óliver.
Aquel rebelde niño ha ido creciendo siguiendo la estela de verdad que tan bien dejó su padre. Estoy convencido de que desde arriba sigue guiando y cuidando a este pequeño gran hombre que tanta guerra y tanto amor le dio a él.
Hablar de Óliver es hablar de una gran persona. Divertida, que crea grupo y con entusiasta pasión nazarena que honra la figura de un cargador eterno abrillantando el legado de armonía y hermandad que creó su padre.
Hermano, te deseamos un feliz cumpleaños para que sigas cuidando de tu familia y disfrutando con tus hermanos nazarenos, que nuestros titulares te guíen y protejan.
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