martes, 12 de abril de 2016

EL BELLO SILENCIO REZADO DEL LUNES SANTO ZAMORANO. LA MUERTE NO ES EL FINAL (VÍDEO)



Lunes Santo en Zamora. Noche cerrada en la capital zamorana y la Plaza Mayor espera repleta la llegada de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída. Silencio sepulcral cuando la banda anuncia la llegada de esta cofradía.
Poco a poco una nube de capiruchos crea su propia barrera a través de movimientos militares, milimétricos, ni un solo centímetro cedido a la improvisación. Los pasos de Jesús en su Tercera Caída, Despedida de Jesús y de María y la Virgen de las Angustias se sitúan en paralelo en el centro de la plaza.
La espectacular corona de espinas y la original cruz modernista, portadas a hombros por los hermanos, se sitúan delante de estos tres pasos.
Un toque de oración preludia un pequeño sermón que antecede al rezo del Padrenuestro. Zamora calla, Zamora reza.
Sin solución de continuidad el coro situado en la parte posterior del lugar arranca a cantar "La Muerte no es el final".  Un nudo se sitúa en la garganta de todos los asistentes que cantan a coro mientras rezan acordándose del hermano que ya no están. A paso cadencioso, con precisión milimétrica, los cinco pasos avanzan en una bella danza.
No se oye ni un mosquito, las imágenes hablan por sí solas. Al terminar, ni una palma, Zamora muestra su respeto en silencio. El rezar no se concibe aplaudiendo.
En silencio se desenreda la muralla de nazarenos que abandonan la Plaza Mayor.

Un momento mágico en el que no se escuchó más que un sermón, un rezo y una oración. Las emociones, aunque en silencio, inimaginables.


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