Hoy es el cumpleaños de nuestro hermano Daniel Plaza. Hablar de Dani es hablar de una persona a la que conozco desde que mi memoria tiene capacidad de recuerdo. Siempre estaba bromeando conmigo cuando me ponía en la Colegial los Jueves Santo a ver si ya era capaz de poder ser cargador levantando un hombro que crecía muy lentamente. Miembro de una familia que es historia viva de la cofradía y que siempre han dado, dan y darán todo por abrillantar nuestra cofradía. Dani es un buen "tio" que siempre ha mostrado mucha educación y respeto por los mayores y que lleva a la máxima expresión el hecho que tantos mayores reclaman como es el que lo que pase en las Juntas y procesiones ahí se queda pudiéndote tomar una cerveza con él después sin ningún problema. No lo oculto, he mantenido varias diferencias con él en su etapa como comisario de carga pero siempre eran resueltas como se debe. Dani ha cometido errores pero siempre dio todo por su cofradía y por "su Nazareno" para el que nunca escatimó nada. Miembro de una cuadrilla que todavía sigue aleccionando a los jóvenes lleva la sangre morada en sus venas que está transmitiendo a sus dos hijos. Estoy seguro que Dani volverá a acudir de nuevo como antaño porque la llamada de la sangre es más fuerte que ninguna y estoy convencido de que volveremos a disfrutar de una persona con buen humor y, como todos nosotros, con fallos que sí suele saber arreglar y que nosotros tenemos el deber de perdonar sin juzgar. La vida castigó muy duro a esta familia y Daniel lo tuvo que presenciar en primera persona.
Hermano, vuelve pronto, y que nuestros titulares te protejan y cuiden.
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