La lluvia ha deslucido la procesión del Miércoles Santo. La cofradía del Cristo de la Espina ha debido recortar su camino ante la presencia del gran enemigo, el agua.
Todo apunta a que está terrible imagen se repetirá este fin de semana y ojalá tengamos paciencia y fe para aceptar lo que ocurra.
La decisión no es fácil pero es mejor preservar el futuro. Suerte a los que decidan, la parte dura del cargo.
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