Tras la Eucaristía se celebró el ya tradicional concierto de nuestra Agrupación Musical en Santiago.
Hoy me permito una pequeña licencia. A estas horas Andrés duerme con el "cromo de La Virgen" en la mano mientras que Juan ha conocido cara a cara a la Esperanza. Momentos únicos y personales que ya ocupan un lugar en este corazón morado.
La mirada de una madre a su hijo y la de Nuestra Madre a sus hijos. Sobran las palabras.
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