Hoy cumple años una de las madrinas de nuestra Hermandad, mi tía. Una persona a la que su tamaño no hace justicia para mostrar su enorme coraje y su infinito amor propio. Para ella nada es imposible y ojalá todos fuéramos capaces de tener ese valor y determinación para afrontar todo aquello que se nos pone por delante.
Siempre ha sido y será mi "tía chiquitita" a la que tengo y tendré cariño y agradecimiento siempre por tanto como me ha dado. En su casa vive la pasión nazarena y lo hace desde la idea clara y a imitar de que esto es, ante todo, una hermandad religiosa. Devota y defensora de la Iglesia siempre ha tratado de transmitir esto a todos los que la rodeamos.
Ha vivido muy de cerca a la Agrupación Musical de la mano de su hijo Mario y lo ha hecho con la entrega y pasión que pone a todo acompañando en cada una de las excursiones aunque tuviera que hacer burradas para cuadrar en el trabajo e incluso quedarse sin dormir.
Es una persona a la que le gusta tener todo bajo control pero que jamás ha sido capaz de negar nada a nadie aunque la costara quedarse sin dormir. Eso muestra un inmenso corazón.
Desde aquí desear que nuestros titulares te cuidan y protejan tía por muchos años.
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